domingo, 19 de febrero de 2012

Sí, que no lo niego...

Que escribo su nombre en los márgenes de las hojas y dibujo corazones por donde quiero como si, de repente, me hubiese vuelto tonta. Que me voy a volver loca de tanto pensar en él a cada segundo que pasa e imaginarme a su lado cuando estamos separados. Que voy a agotar todas mis sonrisas y suspiros. Que se ha colado aquí, muy hondo, en mi cabeza y se ha hecho un hueco en lo más profundo de mi corazón.

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