Bipolar, es tu segundo nombre.

Creas o no, sí, aveces no te entiendo, eres un puzzle al que le faltan 5 piezas, eres incompleto, por no decir un gilipollas sin corazón. Y ahora me resbala si follas o fallas, si estudias o prefieres trabajártelas, si odias los domingos o cuentas por ahí que estaba loca por ti, si eres victoria o fracaso, si te falta cerebro o te sobra de ahí abajo. Si bebes para divertirte, o para olvidar. He aprendido la lección bien aprendida, a base de palos y no me quedan ganas de volver a verte. No puedo aguantarte, odio que bipolar sea tu segundo nombre, los días en que me consigues, consigues que te ame con todas mis fueras y los días en que me trates, como si no existiera. Pues si, estoy aquí intentando pensar en que son solo estúpidas tonterías tuyas y que lo haces para picarme, pero esas esperanzas se van yendo. Y no te digo un adiós, porque sé que esto es un hasta luego.