Revive todo tus recuerdos.

Revivir toda esa felicidad y ese dolor contenido en tus recuerdos mirando hacía atrás que casi parece que puedes tocar esos sentimientos, que dejaste atrás, con la punta de los dedos, volverlos a sentir como si todo volviera a ocurrir. Recuerdas todas esas noches mirando las estrellas e intentándolas contar, las sonrisas que no pedías, los besos inesperados, los abrazos con definición "No te voy a soltar nunca", las ganas de querer a alguien más que a tu propia vida, de sentirse libres, el verano que parecía no acabar, el invierno eterno, las frías mañanas de enero, las tardes llenas de historias, los apoyos que antes tenías y que ahora por más que buscas no los encuentras, las ganas de ser felices, las ganas de conseguir cada cosa que te propongas, las ganas de hacer todo lo que quieras en el momento que quieras, las ganas de pertenecer a la vida de otra persona y poder darle todo lo mejor de ti. Recuerda todo lo que has vivido y será como si lo hubieras vivido todo de nuevo.