martes, 3 de abril de 2012

A veces, mejor que combatir o querer salir de una desgracia, es probar a ser feliz dentro de ella, aceptándola

Y ahora te das cuenta de que te hace falta algo, o alguien, o la rutina a la que estabas acostumbrada. Echas en falta algo que era parte de una mentira, lo sabes y aún así lo anhelas. No sé que hay de lógica en esta situación que supera los límites de la ficción pero, sé que me llenaste, te creí y sentí verdaderamente las ganas de estar contigo. Tengo mil cosas que decirte, cuatro mil ganas saber la verdad y cinco mil quinientas dudas en mi cabeza. No pido nada más que saber la verdad. Siento decirte que no me rendiré hasta saberla, y me da igual si tengo que tomar medidas drásticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario